Informe sobre el primer pozo multifracturado de gas en arcillas compactas de Latinoamérica

Informe sobre el primer pozo multifracturado de gas en arcillas compactas de Latinoamérica

julio 14, 2011

El pozo exploratorio, identificado como “ACOxp2001”, está ubicado a 30 kilómetros de Zapala, en el yacimiento Anticlinal Campamento de la formación Los Molles, dentro de la Cuenca Neuquina.

El primer pozo exploratorio horizontal multifracturado de gas en arcillas compactas en América Latina se perforó en el yacimiento Anticlinal Campamento, de la formación Los Molles, en la Cuenca Neuquina. Los trabajos, a cargo de Apache Corporation, la concesionaria del yacimiento, demandaron seis meses de trabajo.

El pozo exploratorio, identificado como “ACOxp2001”, está ubicado a 30 kilómetros de Zapala. La perforación se desarrolló enfrentando niveles muy altos de presión y temperatura, además de la inestabilidad de las paredes del pozo por su horizontalidad. La operación fue seguida en tiempo real por un equipo de expertos desde la casa matriz de la firma en Houston, Estados Unidos.

Según explicó la empresa en un informe, el proyecto utilizó nueva tecnología: desde herramientas de perforación hasta un cabezal de fractura traído especialmente desde el exterior, así como también válvulas especiales capaces de soportar esfuerzos excepcionalmente altos, tapones de fondo accionados por cable y un equipo de “coil-tubing” (tubería enrollable) importado especialmente para este trabajo.

La obra incluyó un tramo vertical de 3.600 metros y una trayectoria horizontal de 900 metros, por lo que la longitud total alcanzó los 4.452 metros. El trayecto vertical se realizó en un mes y medio, luego se requirieron dos meses y medio para el trazado de la curva y, en una tercera etapa de dos meses más, se hizo el tramo horizontal.

La terminación del trabajo incluyó 10 fracturas hidráulicas de 3 mil metros cuadrados de agua cada una, con una presión de 12 mil psi (libras por pulgada cuadrada), lo que duplicó el requerimiento habitual de entre 5.000 y 8.000 psi. Cada fractura demandó además 6 horas de bombeo de 16 camiones a máxima potencia.

Mientras que una fractura considerada grande usa unos 500 metros cúbicos de agua y 500 bolsas de arena, cada una de estas fracturas requirió unos tres mil metros cúbicos de agua y tres mil bolsas de arena.

El principal condicionante fue la disponibilidad de agua para las fracturas. La fuente más cercana se encontraba a 70 kilómetros del pozo, por lo cual la construcción de una pileta de almacenamiento de agua dulce para la realización de fracturas hidráulicas fue la mejor alternativa factible.

Si se hubiese optado por el abastecimiento continuo con camiones durante la operación, se hubiesen requerido cien viajes diarios con gran riesgo de tránsito. Mientras que si se elegía la metodología de piletas móviles, se hubiesen necesitado 400 y no existe en el mercado nacional oferta disponible en esta cantidad.

La construcción de la pileta de cien metros de largo por otros tanto de ancho, con una profundidad media de un metro y un talud perimetral de unos dos metros y medio, demandó más de dos meses de labor. Fue impermeabilizada con geomembrana de mil micrones dispuesta sobre una capa de arena de 7 centímetros. El proyecto demandó además trabajos adicionales como la construcción de un camino independiente del acceso al pozo y de un área de maniobra para la descarga.

En total, se necesitaron equipos en locación con una potencia de 32.000 HP (caballos de fuerza), cuatro veces más que la que se usa en fracturas normales; a lo que sumaron 30 mil bolsas (1.500 toneladas) de arena de fractura y 30 mil metros cúbicos de agua dulce, almacenada en la locación gracias a una pileta construida especialmente para ese fin.

Apache perforó pozos en reservorios de gas no convencional por más de 30 años. Con el uso de tecnología, se liberó el potencial de formaciones de areniscas compactas como las del Granite Wash, en Estados Unidos, y de lutitas bituminosas tales como las de New Brunswick y Horn River en Canadá.

Gas en arcillas compactas (shale gas) de la Cuenca Neuquina

Según se destacó desde la empresa, para transformar este recurso potencial en reservas se necesitan inversiones, tecnología, equipamiento y costos de servicios y materiales razonables, más un adecuado precio para el gas que haga la explotación comercialmente viable. Además de plazos contractuales suficientes y un marco jurídico y regulatorio adecuado y estable que incentive inversiones de riesgo a largo plazo.

La exploración y explotación de este recurso localmente ofrece como ventaja adicional el impacto en el desarrollo regional con el consecuente incremento de la mano de obra e impulso de la actividad económica en toda la cadena de valor desde el productor hasta el consumidor final. Todo ello sumando producción y reservas de gas argentino y generando más regalías e impuestos para la Nación y la provincia.