En el Día Mundial Contra el Cáncer, desde el área de Prevención de Tumores de la dirección provincial de Atención Primaria de la Salud se recuerda que si bien el cáncer sigue siendo una de las primeras causas de muerte, seguido de las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades respiratorias, al menos un tercio de los cánceres se pueden prevenir y otros incluso se pueden tratar y curar cuando se detectan de manera temprana y tienen un tratamiento adecuado. Así, este año, la iniciativa mundial llama esta vez a unirse “Por unos cuidados más justos”.
En este sentido y bajo los lineamientos del Plan Provincial de Salud 2019-2023, los equipos de salud trabajan permanentemente sobre la premisa de potenciar la equidad en el tratamiento y la posibilidad de dar a cada persona la atención que necesita. Tal es así que las políticas públicas del ministerio de Salud de la provincia se orientan a garantizar los derechos de las personas y a disminuir brechas de acceso a la salud de toda índole, entre las que se incluyen las vinculadas al género.
La ministra de Salud, Andrea Peve, señaló que “la equidad y la accesibilidad son pilares de nuestro Sistema Público de Salud, entendiendo además que una visión integral respecto de la problemática relacionada con los distintos tumores, permite articular acciones y aunar compromisos institucionales esenciales para implementar este tipo de estrategias”.
La realización de estudios de tamizaje y diagnóstico de cáncer de mama, cáncer colorrectal y cáncer cervicouterino es indispensable para el diagnóstico temprano de personas asintomáticas, como así también para la evaluación de signos y síntomas asociados a estos tipos de cánceres. De igual manera, aportan elementos relevantes para el seguimiento de personas en tratamiento o con antecedentes de cáncer.
Además, vale aclarar que muchos de los tipos de cáncer diagnosticados podrían prevenirse al evitar factores de riesgo claves como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, las dietas poco saludables, la falta de actividad física regular y la aplicación de vacunas (en el caso de la vacuna contra el VPH que previene el cáncer cervicouterino).
Los equipos de salud también buscaron cuidados más justos cuando, desde el comienzo de la pandemia y teniendo en cuenta ese contexto, adaptaron y modificaron procedimientos y acciones.
Ante este panorama, se trabajó en líneas de fortalecimiento del acceso a la salud vinculadas a la disminución de factores de riesgo de cáncer mediante la promoción de hábitos saludables, y también se elaboraron recomendaciones sobre tamizaje, diagnóstico y seguimiento de cáncer de mama, colorrectal y cervicouterino en contexto COVID-19.
En el mismo sentido, se diseñaron campañas para favorecer la detección temprana de enfermedades, recordar la importancia de los controles médicos periódicos y la implementación de screening (búsqueda mediante estudios diagnósticos a personas sin antecedentes, síntomas o signos) según corresponda:
- Para detectar de manera temprana el cáncer cervicouterino, hay dos estudios que analizan muestras tomadas del cuello del útero de la persona: de 25 a 29 años el Papanicolaou (PAP); mientras que de 30 a 64 años se puede detectar el Virus del Papiloma Humano (VPH), vinculado a este tipo de cáncer, mediante el Test de VPH.
- En relación con el cáncer de mama, se recomienda realizar una mamografía cada dos años, entre los 50 y los 70 años.
- Mientras que el análisis de Sangre Oculta en Materia Fecal (SOMF) está indicado desde los 50 a los 74 años.
Del mismo modo, se concretaron acciones de acompañamiento empático y respetuoso a las personas que transitan la enfermedad, como así también a la familia, en espacios de diálogo y contención.