Expondrán investigaciones realizadas en sitios arqueológicos del Norte neuquino

Será el próximo miércoles, en el auditorio de la Ciudad Deportiva y Cultural de esta capital. Las disertaciones estarán a cargo de científicas del Conicet.

El ministerio de Gobierno, Educación y Justicia invita a la comunidad a participar de la exposición que brindarán científicas del Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) sobre los estudios realizados en los sitios arqueológicos del Norte neuquino. Se realizará el miércoles próximo a partir de las 14 en el auditorio de la Ciudad Deportiva y Cultural, ubicada en Lanín y Anaya de esta capital.

En la ocasión se presentará la ponencia “Bioarqueología de Neuquén, investigación realizada en el Norte Neuquino, en un marco provincial. Primera aproximación desde la Teoría de Construcción de Nicho”, que fue expuesta en el XVIII Congreso Nacional de Arqueología Argentina, en la provincia de La Rioja.

Disertarán la arqueóloga y directora de Patrimonio Cultural e Histórico de la provincia, Claudia Della Negra; la bioarqueóloga e investigadora del Conicet Florencia Gordón; y Marien Béguelin, antropóloga bióloga y también investigadora del Conicet.

Además de las académicas mencionadas, los estudios corresponden a los siguientes autores: Valeria Bernal (Universidad Nacional de La Plata-Conicet), Adan Hajduk (Museo de la Patagonia “F. P. Moreno”, S. C. de Bariloche-Conicet) y Paula Novellino (Museo de Ciencias Naturales y Antropología “Cornelio Moyano” Mendoza- Conicet).

El objetivo es mostrar el trabajo arqueológico que se está realizando de modo actualizado y que los asistentes tengan la oportunidad de dialogar con las investigadoras, posibilitando un espacio de intercambio y conocimiento.

La información novedosa que se presentará son los resultados de los análisis que se efectuaron en el marco del decreto que otorga el permiso para estudiar isótopos estables de restos humanos provenientes de los sitios arqueológicos Aquihuecó, Caepe Malal, Hermanos Lazcano, del departamento Chos Malal; Michacheo, del departamento Zapala; Pocaullo, del departamento Lácar; Chacra Bustamente y Aguada del Overo, del departamento Picún Leufú; Sitio Grande Retamal, del departamento Confluencia; Kilca, del departamento de Aluminé; y Alonqueo, del departamento Picunches.

Acerca de las investigaciones científicas

Los isótopos estables analizados dejan señales en el hueso que informan sobre la dieta de los últimos diez años de vida del individuo. Algunos isótopos informan sobre el aporte proteico a la dieta, en cambio otros representan la dieta total: en términos de componentes nutricionales son los lípidos, los carbohidratos y las proteínas. Combinando los valores de ambos grupos de isótopos se pueden hacer inferencias sobre los recursos consumidos por esos individuos.

Durante los últimos meses, Florencia Gordón procesó las muestras en el Instituto de Geocronología y Geología Isotópica, un centro de investigación dependiente del Conicet, asistida por personal de esa institución. Los resultados obtenidos indicaron que en los sitios más antiguos como Aquihuecó y Hermanos Lazcano (3500-4200 años) se consumían principalmente vegetales, aunque no maíz. En los sitios más tardíos como Caepe Malal (fechados en menos de 400 años antes del presente) hay señales de alto consumo de carne. Para ese momento se habían incorporado animales domesticados introducidos por los europeos.

Esta información fortalece el conocimiento de las dietas de estas poblaciones. Sin embargo, para reconocer las fuentes de alimentos es necesario conocer la distribución natural de esos isótopos en el ecosistema particular donde vivieron esas poblaciones. Se sabe que en el sur de Mendoza la variación de valores isotópicos entre ambientes adyacentes es muy amplia. Del norte neuquino no hay aún información de este tipo, y es uno de los objetivos del proyecto desarrollar esa línea de trabajo.

Durante la última campaña que realizó el equipo de investigación se recolectaron más de 70 muestras de plantas, en su mayoría autóctonas, para elaborar una “ecología isotópica” del ambiente y comparar los valores del entorno con los ya obtenidos de los restos humanos. De esta manera se obtendrá una aproximación más precisa a la dieta de esas poblaciones. También se prevé el análisis isotópico de restos de animales encontrados en los sitios arqueológicos, ya que inciden en la dieta y las plantas que consumieron esos animales trasladan los valores isotópicos al tejido óseo humano.