El gobernador asistió a la Fiesta Nacional del Chivito en Chos Malal

El gobernador Omar Gutiérrez participó hoy de la 12ª edición de la Fiesta Nacional del Chivito, la Danza y la Canción, que se inició ayer y se desarrollará hasta mañana en Chos Malal.

Acompañado por el intendente Hugo Gutiérrez y la diputada nacional electa Alma Sapag, el mandatario provincial recorrió el predio ferial donde se realiza la fiesta, visitó distintos puestos y dialogó con vecinos y turistas.

La celebración conjuga las costumbres criollas del Norte de la provincia del Neuquén, su música y el legado de la trashumancia de los arreadores. Además, congrega a miles de visitantes que llegan de todo el país y durante su desarrollo se asan 1.362 chivitos.

La celebración conjuga las costumbres criollas del Norte de la provincia.

Como en cada edición, la celebración cuenta con música en vivo con reconocidos artistas nacionales y regionales, exposición y venta de artesanías neuquinas, y degustación de gastronomía neuquina tradicional. Además se realiza el concurso al mejor plato, donde los participantes deben cocinar el chivito al fuego en las modalidades de asador, parrilla, horno tipo chileno y disco, entre otros.

La fiesta

La festividad surgió en 1988 como una iniciativa de la agrupación folclórica Centenario, creada un año antes con motivo de los 100 años de la ciudad.

El gobernador y el intendente recorrieron el predio donde se realiza la fiesta.

El chivito neuquino trae consigo una cultura, una forma de abrir paso al trabajo y a las costumbres del Norte, que son traspasadas de generación en generación. Lo que define de la mejor manera a esa identidad es la práctica de la trashumancia, es decir, cuando cientos de arreadores pasan ganado de los campos bajos en invierno a las veranadas cordilleranas en búsqueda de alimento tierno y abundante para los animales.

El chivito neuquino como producto es el primero en el país en obtener la Denominación de Origen. El sello significa la vinculación entre una región geográfica, un sistema de producción específico, una raza y un saber-hacer de una sociedad, amparado en un conocimiento construido en el tiempo para la elaboración de un determinado producto.

La distinción tiene por finalidad proteger al sistema de producción trashumante del Norte de Neuquén y por consiguiente a la raza Criolla Neuquina que sustenta. La actividad no sólo es la principal fuente económica de la región, sino que además constituye un símbolo de la identidad de la provincia.

Como en cada edición, la celebración cuenta con exposición y venta de artesanías.