Con motivo de conmemorarse el 5 de mayo el Día mundial de la hipertensión arterial pulmonar (HAP), el ministerio de Salud informó que esta rara dolencia ocasiona el aumento anómalo de la presión de las arterias pulmonares lo que provoca la disfunción del ventrículo derecho y la muerte en el corto plazo si no se administra el tratamiento correspondiente. Se consideró desde el área que la jornada es una oportunidad para concientizar y sensibilizar a la sociedad sobre el tema.
Noelia Balbo, jefa de servicio de Neumonología del hospital Castro Rendón y miembro de la Sección Circulación Pulmonar de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), explicó que “diagnosticar la HAP en una fase temprana, es el gran desafío sobre una enfermedad que es progresiva y, hasta el momento, incurable”.
Balbo destacó que “desde el año 2014, el Servicio de Neumonología del hospital Castro Rendón es de centro de referencia en Salud Pública para la evaluación de personas con hipertensión pulmonar”, y detalló que “en el servicio, los pacientes son evaluados en forma completa, se instaura tratamiento específico y se derivan a Centros de Trasplante, con los cuales se mantiene comunicación periódica sobre cada caso en particular”.
La profesional especificó que se trata de una enfermedad rara, con pacientes cuya edad media es de 45 años, con predominio del sexo femenino. Los datos epidemiológicos provenientes de otros países demuestran una prevalencia de 5 a 25 casos por millón de habitantes y una incidencia de 1 a 2.4 casos al año cada millón de habitantes. Las estimaciones que se realizan para la población argentina indican que podría haber de 601 a 2.085 casos prevalentes de HAP y de 96 a 285 nuevos casos de HAP al año.
Balbo comentó que, por el momento, “no hay registros nacionales al respecto, pero está en marcha el Primer Registro Colaborativo de HAP en Argentina, denominado RECOPILAR que mostrará el estado actual de esta patología en el país”.
Los factores que pueden asociarse a la Hipertensión Pulmonar son los antecedentes familiares, la exposición a fármacos o agentes tóxicos, la infección por VIH, la hipertensión portal, la enfermedad del tejido conectivo, la cardiopatía congénita y el tromboembolismo pulmonar, entre otras.
“Clínicamente –manifestó la profesional- se manifiesta por disnea, es decir falta de aire, dolor torácico, palpitaciones, síncope y disminución de la capacidad de ejercicio”, y agregó que ante el diagnóstico, “se recomienda educar a pacientes y familiares sobre las generalidades de esta enfermedad y los diversos tipos de terapias disponibles”.
El tratamiento farmacológico incluye vasodilatadores de forma combinada, tanto por vía oral como inhalada, o en los casos avanzados, mediante bomba subcutánea de infusión continuada o intravenosa por vía central. El último escalón de tratamiento es el trasplante pulmonar.
En 2012 se estableció el 5 de mayo como el Día mundial de la hipertensión pulmonar, en conmemoración de la muerte de Jaime García Vaquero, un niño de 8 años que falleció por compromiso pulmonar. A partir de ese año, la iniciativa se lleva adelante simultáneamente en varios países.