Voy a saludar a todos los presentes, a todos los que nos prestigian con su presencia hoy en la provincia, que han venido de la procuración de la Corte, de la provincias, de Río Negro, de Neuquén, a todos los que de alguna manera están trabajando con todo lo que tiene que ver con el asesoramiento jurídico al Estado y también a la sociedad. A Soledad (Gennari, asesora general de Gobierno) felicitarla por ser líder de este grupo que ha organizado esta reunión hoy, a su mamá, a sus seres queridos, realmente yo la felicito Marita por haberla inscripto en la facultad de Derecho a Soledad porque en realidad nos ha prestado un servicio enorme a nosotros con esa decisión. Y cuando teníamos que buscar a la persona para la asesoría general Alejo (Bolan, fiscal de Estado adjunto) fue el encargado de buscar a una persona que tuviera el perfil, que tuviera las características para efectuar las tareas que exigen mucha preparación, mucho trabajo, agradecerle a todos, no voy a decir los nombres porque seguro que me voy a olvidar de muchos, pero quiero felicitarlos por estas iniciativas. Es fundamental para nosotros esta tarea. Yo estaba pensando recién, qué importante que es cuando uno toma la decisión de iniciar una carrera y unos estudios. A mí me tocó tomar la decisión, y seguramente muchas cosas influyeron para que estudiara Abogacía, creo que hubo alguna que fue decisivas. Cuando hice orientación vocacional me daba para distintas profesiones, desde la Agricultura hasta la Abogacía y finalmente, quizás no por influencia o por peso específico, sino por charlas que teníamos con mis padre, con mi madre, con mi abuela. Mi abuela materna era maestra rural, en Las Cortaderas, cerca de Cutral Co, y administraba justicia, es decir, era directora de la escuela, era maestra, bautizaba, casaba, llevaba el Registro Civil; y también administraba justicia, porque estaba en un lugar tan lejano que no había en la década del ´40, en la década del ’50, y lo hacía a su manera como una persona líder en ese caserío, en ese lugar rural. Y mi padre tenía 18 años, él había nacido en El Líbano, a los tres años vino con sus papás, hace 100 años, en 1913 a Neuquén, y volvió al Líbano a estudiar; su abuelo lo llevó. Tenía 18 años en 1929, estaba estudiando leyes en Beirut y le llegó una carta de Canaan desde Zapala, donde le decía que le había agarrado la crisis de los 29-30, que se había fundido y que tenía no tenía más plata para los estudios y que tenía que volverse. Y tenía una gran vocación por el Derecho, le gustaba mucho, toda la vida le gustó. Y decidió que tenía que volver, era el primogénito varón de una familia árabe, eran 7 hermanos, los demás todos más chicos, Felipe y los demás hermanos y hermanos. Y tomó la decisión de volver, obviamente, no sin dejar atrás amores y vocación. Tenía una novia (Carmela) y el papá de Carmela lo convenció de que demorara su viaje un par de meses. Él había mando una carta a Zapala diciéndole a sus padres, a Canaan y a Nazira que viajaba en tal barco, en el barco original. Cuando el papá de Carmela lo convenció mandó otra carta diciendo que había cambiado pasaje. La segunda carta no llegó, llegó solo la primera carta, y el barco en el que tenía que venir se hundió frente a las costas de Brasil y no hubo un solo sobreviviente y en Zapala habían pensado que había desaparecido. Después cayó a los dos meses, la estación de ferrocarriles estaba enfrente de la casa de mi abuelo y cuando mi abuela lo vio, estaba barriendo vestida de luto la vereda, se desmayó porque pensó que era una aparición. Y bueno, llegó a Zapala y vio la realidad de la pobreza, de la quiebra, de la crisis y con 18 años tomó la decisión de encarar la vida. No tuvo oportunidad de estudiar más que lo que había estudiado en Beirut. Y cuando yo estaba estudiando, él, así como hace Soledad con su mamá, que tiene esta necesidad de la familia y esa pasión, mi padre hablaba mucho con Canaan y decía “Jorge está estudiando Abogacía, está en buenos Aires estudiando le va muy bien, tiene muy buenas notas”. Y un día Canaan me llama y me dice “quiero hablar con usted”, cuando fui a Zapal. Obviamente en época de vacaciones volvía a Zapala y me dice, dice: “me dice su papá que te estás por recibir de abogado y su abuelo está muy orgulloso, porque tener un nieto abogado, después de todo lo que pasamos, después de todo lo que luchamos, lo que vivimos y sufrimos para nosotros es muy buena noticia en la familia, pero me gustaría darle un consejo”. Yo dije acá viene el consejo del abuelo, y dice: “mire, su abuelito que no sabe leer ni escribir ni en árabe ni en español, le va a dar un consejo, cuando usted tenga que tomar una decisión importante en su vida, no se guíe por sus estudios o por su inteligencia solamente, porque sus estudios y su inteligencia tienen su edad, en cambio, si usted se guía por su corazón, su fibra, sus nervios, su intuición y usted consulta su interior usted va a tener siglos y siglos de generaciones tomando decisiones y va a tomar seguramente la decisión más sabia”. Yo creo que hay que hacer una combinación entre ambas, yo siempre recuerdo los consejos de mi abuelo y hay que hacer una combinación de las dos, hay que tener mucho estudio, mucha preparación, y si pudiera volver el tiempo atrás, sabiendo que iba a ser gobernador de la provincia de Neuquén, haría dos cosas –algo que es una hipótesis, que es irrealizable-. Bueno, estudiaría vocalización, teatro, expresión corporal, porque en estas actividades hay que tener…estudiaría teatro y aún hoy creo que uno necesita esa soltura que da la posibilidad de estudiar teatro, esto en la parte formal. Pero volvería a estudiar Derecho, porque todo lo que realmente uno ha estudiado, aprendido, se incorpora a esa fibra, a esos nervios, a ese corazón de los que hablaba Canaan. Mi padre me decía que el Derecho es la vida misma, que es lógica pura, la lógica de la vida, el Derecho se ha ido formando en base a las vivencias, en base a todos los datos antropológicos, humanísticos, sociológicos de la vida en sociedad. En ese devenir del tiempo, creo que para ser gobernador, todos los que tienen a su cargo funciones de ministros o presidentes de entes, tienen que tener un muy buen servicio jurídico al lado. Es imposible gobernar si no se tiene un asesoramiento jurídico y legal adecuado, pero no solamente por el tema de asesorar a una persona, fundamentalmente por lo que significa los errores que se pueden cometer y la responsabilidad del Estado, la responsabilidad frente a la sociedad cuando un funcionario toma decisiones sin la debida preparación jurídica o legal. Recuerdo cuando era joven Felipe gobernador lo visitaba a veces en el despacho y una vez, lo veo firmar decretos, una pila enorme de decretos, menor de los decretos que tenemos ahora, a medida que va creciendo el Estado son más decretos, y tenía una pilita al costado, firmaba y por ahí algún expediente lo dejaba al costado. Me mira con cara de pícaro y me dice “¿sabe qué es esto mijo?” Digo no, no tengo idea. “Estos expedientes los arregla el tiempo”, me dijo. Y yo no entendí bien, y después me puse a pensar y ahora lo entiendo, a veces cuando a uno lo apuran en las decisiones también comete errores. Entonces es bueno tomarse el tiempo necesario para mover las cosas, no significa esto cajonear, significa tener cuidado, y que ese expediente no sea de aquellos que el día de mañana den dolores de cabeza de andar deambulando por los pasillos de Tribunales, por algo mal hecho, por algo que uno no vio, donde hay un vacío, o le dijeron forma parte de la discrecionalidad que usted tiene como gobernante sin tener en cuenta el principio de legalidad. Y creo que esa pila, si previamente la hace el que asesora jurídicamente, es mucho mejor. Y eso es lo que sucede efectivamente, y es bueno que tengamos esta organización, y que tengamos estos cursos, y que nos preparemos y que nos capacitemos, y que además tengamos un instituto de abogados desde el Estado para uniformar criterios, para que desde un servicio jurídico no se diga una cosa y desde otro se diga una distinta. Porque además los abogados que están pleitando contra el Estado se dan cuenta de las fisuras y por allí buscan, y después vienen los juicios de responsabilidad. Así que es muy bueno capacitarse en esta dinámica, uniformar criterios, crear institutos, felicitaciones por esta iniciativa, ya tenemos el decreto 2443 que crea este instituto, gracias a todos los que vienen a exponer sus pensamientos, a exponerlos para que se genere el debate, para que se genere la discusión. Siempre del debate luego se va haciendo la luz, aunque haya encontronazos en los pasillos o chisporroteos, o leales enfrentamientos, que tienen que sean dialecticos, de ninguna manera a los empujones o a los gritos. En este uniformar criterios también viene lo que decía Soledad, que detrás de cada administrativos hay un ser humano, no solo un rostro humano del administrado, del ciudadano, sino que está el rostro de la sociedad, del pueblo que nos eligió para gobernar, porque si somos justos o injustos repercute en uno y en otro, si somos justos el acto administrativo particular o general la sociedad y el estado de benefician, si somos injustos se perjudica el ciudadano y la sociedad, y si cometemos errores, los pueden pagar generaciones de neuquinos en este caso, o de rionegrinos y argentinos. Cuando alguien comete un error, luego lo paga todo el mundo. Entonces es muy bueno tener esta preparación antes de que llegue algún acto administrativo a la firma de cada uno de los funcionarios, en esto yo he sido muy celoso, estoy celosamente custodiado por expertas, porque en realidad me asesora Soledad, María Laura y todo su equipo, también en la fiscalía son 2 hombres, ahí hacemos equilibrio, pero creo que es un tema de responsabilidad, yo creo en Soledad y si hay algo que la caracteriza es la responsabilidad. Y responsabilidad viene de responder, o sea, tiene respuesta inmediata. Yo por ahí digo: “Soledad, ¿qué te parece tal tema, no te gustaría, porque no me haces un trabajito?”. Al otro día, no sé cómo hace, a la mañana ya tiene 3 o 4 propuestas, le digo cuanto estuviste trabajando, entonces ahí entiendo el sacrificio que por allí derrochamos de la familia, de todos los que nos acompañan en la función pública, que por supuesto padecen la quita del tiempo, del tiempo que nosotros le debemos a nuestros seres queridos. Pero bueno, es cuestión de hacer equilibrio y que no nos pase esto que la vida se nos pasa cuando estamos ocupados en otras cosas, la vida tiene cosas verdaderamente importantes, y la familia y los seres queridos forman parte de ese lugar central, importante, pero también cuando la sociedad y el Estado requieren de nuestra presencia requieren de nuestra responsabilidad. Así que yo quiero agradecer esta reuniones, quiero agradecer a los expositores. Me voy a quedar a la primera exposición porque después tenemos que ir a una entrega de recursos para emprendimientos productivos y después vamos al aniversario de Picún Leufú. El fin de año viene con una dinámica muy importante, pero bueno, agradecerles y decirles que me siento muy respaldado, me siento muy contenido como gobernador porque es imposible gobernar y estar estudiando cada expediente, leyendo la terminología de cada decreto, o los fundamento de cada decreto en lo que hace a los recursos administrativos y uno sabe lo importante que es tener un buen asesoramiento justamente para poder justamente acertar. Yo para terminar estas palabras quiero contarles algo del Antiguo Testamento que me impacto mucho y creo que es el centro de todas estas cuestiones y tiene que ver algo con lo que hablaba Canaan. El antiguo testamento cuando Salomón soñaba que estaba hablando con Dios, y Dios le dice Salomón, dijo de David, pídeme lo que quieras que te será concedido. Y Salomón, sin dudarlo, le pidió sabiduría, y Dios le dijo feliz de ti Salomón, hijo de David, serás rey de reyes porque no pediste poder, riquezas ni larga vida. Pediste sabiduría y te será concedida. La humildad es lo único que le permite a uno ser grande, hacerse pequeño para ser grande. Y en sabiduría vamos a encontrar seguramente las respuestas para el Estado, para la sociedad y también para nosotros mismos porque de alguna manera llegamos a cumplir las funciones porque queremos también que se nos recuerde en el paso por la administración pública como que hicimos uso de esa cuota de sabiduría, y si la hemos estudiado en el Derecho se nos va a exigir más a todos. Gracias también por las exposiciones que va a haber aquí sobre Derecho Público y Administrativo, sobre Federalismo, que son valores muy preciados para todos nosotros y lo importante para nosotros y lo importante, Soledad, es poder socializar todos estos conocimientos para los municipios. Los municipios necesitan del aporte de todos ustedes para que no cometan los errores que nosotros podemos cometer o estamos cometiendo. Es decir, cuando se socializan los conocimientos se pueden evitar los errores. Hay un libro de Bill Gates que se llama “Los negociones en la era digital”, donde dice que en su organización las buenas noticias pueden esperar para ser trasmitidas y las malas noticias tienen que conocerse en forma rápida y automática y el que oculte la mala noticia va a ser excluido de la organización, dice Bill Gates. Porque si uno tiene la mala noticia la tiene a tiempo, tiene la posibilidad de remediarlo, de solucionarlo y tal vez de encontrar algunos caminos de resolución del problema. El problema es cuando no se conoce lo qué está sucediendo o cuando dicen no le demos malas noticias al gobernador, al ministro o al presidente porque él necesita buenas noticias. No, él que tiene la responsabilidad de gobernar y tiene que gobernar sobre las buenas y las malas noticias, tiene que gobernar el conflicto, tiene que gobernar sobre la solución de ese conflicto. Uno sabe que cuando le toca gobernar en una sociedad hay conflicto y si hay alguien que le genera problema o angustia o ansiedad, el conflicto, la protesta, los problema, tiene que dedicarse a otra cosa no a la función pública, porque en la función pública uno está permanentemente mediando en la resolución de conflictos y mediando en algo que hoy genera discusión en todas partes, en el país, que es siendo un amigable componedor en la puja distributiva sobre el presupuesto de cada una de las provincias . Nosotros tenemos que ser amigables componedores y explicarles en la medida que lo entienda cada uno que es lo que se puede hacer y qué es lo que no se puede hacer por que en democracia se hace lo que se debe y lo que se puede, no se hace lo que se quiere y no porque se grite más se va a obtener más recursos como maná del cielo que nos va a llover permanentemente para resolver cada una de las demandas de cada uno de los sectores. Queremos amigos, los felicito por esta iniciativa, gracias a todos por su presencia y que se han muy fructíferas estas jornadas y que sea fructífera la tarea y el trabajo del instituto y que por favor estos conocimiento se puedan propagar por toda la provincia para que todos los que tienen a su cargo responsabilidades de Estado tengan la posibilidad de equivocarse menos y de hacer más cosas con la cobertura necesaria. Muchísimas gracias y que las jornadas sean un éxito.