Discurso del gobernador Sapag en acto de cambio de autoridades de la VI Brigada de Montaña. Neuquén capital, 8 de julio de 2013.

Vicegobernadora Ana María Pechen; señor comandante de la Segunda División, general Jorge Luis Rodríguez; señor comandante de la VI Brigada de Montaña mandato cumplido, coronel Eduardo Ramón Costa; a la señora, Claudia; al señor comandante de la VI Brigada de Montaña recientemente asumido, coronel Héctor Horacio Prechi; a su señora María Isabel; señor segundo comandante de la VI Brigada, coronel Lautaro Jiménez Corbalán; integrantes de la plana mayor del Ejército; representes de la distintas fuerzas armadas y de Seguridad; señor vocal del Tribunal Superior de Justicia, doctor Guillermo Labate; señor Cónsul general de Chile; la diputada nacional doctora Alicia Comelli; autoridades provinciales, municipales, veteranos de guerra de Malvinas; a todos los efectivos de la Sexta Brigada de Montaña.

Es para mí un alto honor estar en esta plaza mayor de la Sexta Brigada de Montaña para darle una cordial bienvenida al coronel Prechi; al haber asumido la comandancia de esta Sexta Brigada de Montaña. Darle una cálida bienvenida a usted y a su familia como hombre de la Patagonia conocedor de esta tierra; y que con toda seguridad va a encontrar en ella el afecto y el cariño que usted ha sabido brindar en distintos lugares de la República y fuera de ella.

Y al mismo tiempo darle al comandante de la Sexta Brigada de Montaña que ha terminado hoy su mandato, el coronel Eduardo Ramón Costa, y a su señora, Claudia, una despedida que no es tal. Porque esta tierra neuquina es la casa de ustedes, lo ha sido siempre. Yo sé que esta tierra neuquina es la patria chica en el corazón y en los sentimientos más profundos de ustedes. Ha sido convocado a cumplir funciones para las cuales ha sido designado y con toda seguridad por su aptitudes y condiciones; y como decía el general Jorge Luis Rodríguez, para encontrarse también en Buenos Aires con sus hijos y compartir diaria y cotidianamente esa vida familiar que uno tanto anhela cuando tiene que cumplir funciones en la lejanía o en la distancia de los hijos.

Al mismo tiempo, agradecer que en el paso por esta brigada hayamos podido realizar tantas acciones en beneficio de la comunidad. Decía el general Jorge Luis Rodríguez que el Ejército Argentino tiene que estar firme y de pie al lado de su pueblo. Y yo puedo dar fe, general Rodríguez, que bajo la comandancia del general Eduardo Costa, el Ejército Argentino en la provincia de Neuquén ha estado firme y de pie junto al pueblo neuquino en las más diversas adversidades y contrariedades. Lo ha estado cuando tuvimos que soportar los embates del volcán Copahue y lo ha estado en cada uno de los eventos donde hemos requerido la presencia del Ejército Argentino al lado del pueblo de la provincia de Neuquén.

El Ejército Argentino nos dio una demostración clara, junto a otras fuerzas: la Policía de la provincia, la Policía Federal, Prefectura, Gendarmería; de estar al lado del pueblo de la provincia de Neuquén en los eventos del complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle, que puso a prueba el temple de todo un pueblo. Pero estuvo allí presente el Ejército Argentino con toda su sapiencia, con todos sus conocimientos, con su patriotismo, llevando ánimo a una población que tenía que debatir y competir con un gigante, como era el complejo Cordón Caulle-Puyehue.

Y les puedo asegurar que estuvimos a la altura de las circunstancias, pueblo y Ejército, unidos enfrentando la adversidad, encontrando en el pueblo de Villa La Angostura, de Villa Traful, de Junín de los Andes, de San Martín de los Andes, también de la vecina Bariloche y Pilcaniyeu, o Piedra del Águila; la presencia del Ejército en el agua potable, en los alimentos necesarios, en las comunicaciones, en los abrigos. Así fue como el Ejército nos permitió, con conocimientos técnicos también, velar por la seguridad de la población en la previsión de aludes que podían afectar a cada una de las comunidades.

Es por eso que me siento orgulloso de estar en este momento único e irrepetible en la vida del soldado, que es asumir una comandancia, y también despedirse de ella. Es un momento de emociones cruzadas, de alegrías y de tristezas. De tristezas por lo que se despide, de alegrías también por los desafíos que vienen por delante.

A ustedes, a sus familias, a sus señoras, a sus hijos; decirles que la provincia de Neuquén siempre va a estar con una cálida bienvenida para quien la deja y para quien a ella llega. Y que siempre van a poder contar con el gobierno de la provincia de Neuquén y con su pueblo para trabajar juntos, Ejército, pueblo y gobierno, en defensa de los sagrados intereses de nuestra comunidad. Muchísimas gracias.