Discurso del gobernador Sapag en la inauguración de la Estación Transformadora Argentina. Neuquén, 4 de diciembre de 2015

Es un motivo de mucha alegría poder hace estas obras en la ciudad de Neuquén, una ciudad que ha recibido una atención especial del gobierno de la provincia durante estos ocho años.

Hemos hecho obras centrales, como traer por gravedad el agua desde Marí Menuco para reemplazar los bombeos que se hacían desde el río Limay. Esto trae un abaratamiento de costos de energía importantes. Y además da la certeza del abastecimiento de agua potable no solo a Neuquén capital sino también los nexos a Centenario y los que están planificados para Plottier, Vista Alegre y el resto de las ciudades.

Había un pensador que decía que las obras las sueñan los sabios locos, las realizan los ejecutores natos, las disfrutan los felices cuerdos e invariable e indefectiblemente las critican los inútiles crónicos. Es muy fácil criticar, procurar desde el agravio y la descalificación; desde arrojar mantos de sospecha, pretender criticar las grandes obras que se han hecho en la provincia de Neuquén.

Hemos garantizado el abastecimiento de agua a las ciudades para los próximos 50 años. Y en Cutral Co/Plaza Huincul, el abastecimiento de Barreales, que es de agua segura; un abastecimiento de agua decantada y no desde el río, porque muchas veces trae turbulencia y hasta a veces se bombea agua barrosa. Se ha asegurado también para los próximos 50 años el abastecimiento de agua.

Quiero recordar que en Cutral Co, el primer presidente de la primera comisión de fomento del entonces llamado Barrio Peligroso, luego Pueblo Nuevo, después Cutral Co; fue mi padre Elías (Sapag) con 25 años. Y Felipe Sapag era su secretario y tesorero con 18 años. Y me contaba mi padre que vieron morir en esos días de asunción decenas de chico por fiebre tifoidea, por la contaminación del agua. Así que vaya esto como una reparación para esas familias que tanto sufrieron, a los pioneros, a los primeros pobladores, a los que no tuvieron las posibilidades que tuvimos nosotros.

El acueducto de Barreales tiene dos bombas de 1.600HP, no existe una bomba en el país otra bomba de similares características. Es la obra hidráulica más importante de la república Argentina de los últimos tiempos, en tecnología, calidad. Y además hemos cambiado con la provincia de Neuquén 17 kilómetros del acueducto Buena Esperanza, que está garantizando una doble vía para el abastecimiento de Cutral Co /Plaza Huincul. Hay que hacer las obras de distribución, por supuesto. Las obras de acopio de agua, tener depósitos suficientes para llevar a los barrios. Todas estas son obras en las que hay que complementar la tarea de la Provincia con los municipios.

Los municipios tienen que hacer una tarea importante en la distribución. Nosotros con el EPAS estamos generando agua tanto desde Marí Menuco como desde Barreales para el abastecimiento de la ciudad. Y aquí no se trata deber quién es más crítico o quién se pone en la posición más cómoda. De lo que se trata aquí es de ver cómo se le resuelven los problemas a los ciudadanos. Entonces para los próximos 50 años, en estos años de trabajo se ha consolidado esta situación.

El abastecimiento de energía para una ciudad que crece como Neuquén capital, también es central. Esta obra que estamos inaugurando hoy es de 20 megas. Le preguntaba yo recién a Fernando cuántos megas hemos soportado en el sistema; hemos soportado hasta 123. Agregar 20 megas es hablar de casi el 20 por ciento del sistema. Es una obra realmente importante, porque garantiza y da tranquilidad a la zona centro de la ciudad, donde se están construyendo tantos edificios.

Yo quiero dar un dato: cuando asumimos en diciembre de 2007 había 500 mil habitantes. El censo de 2010 arrojó 550 mil habitantes. Quiero compartir con ustedes el siguiente análisis: el último padrón de votantes de la provincia de Neuquén tenía casi 500 mil votantes. Hay 206.000 alumnos, de los cuales seguramente debe haber algunos con 16 años, hagamos una suposición que 20.000 tienen 16 años. Estamos entonces en 500.000 más 180.000, estamos en 680.000 habitantes. Pero además hay niños de uno, dos, tres años; nacen 10.000 niños por año. Estamos en 700.000 habitantes en la provincia de Neuquén. Quiere decir que en ocho años la población creció un 40 por ciento. Es un hecho sin precedentes en la historia de la provincia de Neuquén. No he visto ninguna crónica que haga este análisis. La provincia de Santa Cruz tiene 200.000 habitantes. Hemos incorporado la población de toda una provincia a la provincia de Neuquén.

La provincia de los brazos generosos, abiertos. Una provincia cuyo Estado provincial, como provincia, está teniendo un momento importante en su economía. Estamos primeros en todas las estadísticas en lo que hace a generación de trabajo privado; hemos generado 25 mil puestos de trabajo en los últimos 36 meses, a un crecimiento que no lo tiene el país. Hemos bajado los índices de desocupación medidos por el Indec. Todos pueden levantar sus críticas pero bueno, es el único patrón de medida. Nos medía 6,9% hace un año, hoy nos mide en 2.9%, es decir que ha bajado a sus niveles más bajos en la historia de la provincia de Neuquén.

Los índices de consumo en los supermercados. De venta de vehículos cero kilómetro en automóviles, camiones, camionetas, motos; consumo de cemento proporcionado por la Cámara fabricante del cemento Portland. El despacho de hierro, la construcción de vivienda, en consumo de combustible por habitante estamos primero en todas las estadísticas de la República Argentina.

Entonces, como provincia hay un desarrollo comercial e industrial, donde hemos recibido el porcentaje más alto de las inversiones que se han recibido en la Argentina. 1 de cada 3 dólares que se invierten en el país en los últimos dos años se han invertido. La provincia de Neuquén ha recibido entre el año pasado y este año, alrededor de 9.500 millones de dólares de inversiones en gas y petróleo; 1 de cada 3 dólares se invirtieron aquí.

Por supuesto que algunos críticos, míos sobre todo, adversarios políticos tanto externos como internos, se rasgan las vestiduras con la Tesorería de la provincia. Yo quiero hacer un párrafo sobre este tema. La Tesorería de la provincia sufre todas las presiones de atender la presencia de un Estado en un sistema de salud que no reconoce en América Latina uno igual, en la cantidad de médicos por habitante, en la atención, cantidad de consultas, asistencia a las personas que entran al hospital, con remedios, prótesis; no existe en América Latina.

Contaba un amigo el otro día que una señora, una neuquina que fue ocasionalmente a Perú y tuvo allí su hijo en forma prematura. Está todavía allí aguardando que la vayamos a buscar en el avión sanitario de la provincia que llega en estos días.

Está pagando 500 dólares por día en un hospital público. En el hospital público de Neuquén, donde los costos son mayores, el costo de una persona que está teniendo una persona que recibe una atención de estas características en América Latina anda en 1.000 dólares por día. En los hospitales públicos neuquina es gratuita; se hace cargo el Estado provincial.

Lo mismo podría decir de la presencia del Estado en las zonas rurales, la construcción de viviendas, hacerse cargo de los déficits que se generaron estructuralmente en algunos municipios; hacerse cargo del déficit que hoy tiene previsionalmente el Instituto de Seguridad Social de Neuquén, donde cuando asumimos había 11 mil jubilados, hoy hay 20 mil jubilados. Entonces es el Estado provincial, la tesorería de la Provincia, la que se hace cargo de ese déficit. Es la tesorería de la provincia la que se hace cargo de 400, 500 millones de pesos por año; más 1500 millones a los municipios; más 400, 500 millones de pesos que la autarquía del Poder Judicial no lo permite por la coparticipación, sostenerse. Y la tesorería de la provincia de Neuquén sostiene la atención de la Justicia.

Porque la Nación, fíjense en la década del 80, en la década del 90, le transfirió a las provincias la atención de la salud, la seguridad, la Justicia y la educación.

Y los fondos que se transfirieron en la década del 80, eran más del 70 por ciento de los fondos que recaudaba la República. Hoy estamos en un 26 por ciento. Entonces, creo que hay que hacer justicia con la provincia de Neuquén.

Y hay que hacer justicia con la tesorería de la provincia de Neuquén, una tesorería que está sufriendo todo esto que estamos diciendo, soportando déficit de otras instituciones del Estado para asegurar la atención de la Justicia o asegurar el funcionamiento de los municipios.

Al mismo tiempo le tiene que dar crédito a la Nación, pues la Nación le debe a la provincia. La provincia tiene créditos a cobrar de Nación. Atiende el Pami, hace dos años que no nos paga el Pami. Atendemos 40 mil afiliados de toda la región y los vamos a seguir atendiendo aunque el Pami no nos pague. Nos debe 100 millones de pesos a valores nominales. Y es plata de hace dos años, un año.

Vialidad Nacional todavía no nos ha podido reembolsar los fondos que se comprometió el Estado Nacional con el volcán Cordón Caulle Puyehue, que son otros 100 millones de pesos. Y del Plan Gas son otros 900 millones.

Nosotros pacientemente estamos esperando que nos vayan pagando estas cuentas por eso, cuando escucho voces de crítica o escucho que algunos profesionales de la Salud dicen ´no vamos a atender`.

Pero cómo, durante 8 años lucharon y bregaron por trabajar para el Instituto y ahora que el Instituto los necesita, unos días o unos meses quizás, ¿no es posible habilitarle crédito al principal cliente? ¿Dónde está el criterio de Justicia y de equidad? Cuando hay que poner el hombro, se pone el hombro.

De todas maneras, la provincia de Neuquén va a seguir su curso y su derrotero. Va a seguir siendo un Estado presente y se va a seguir haciendo cargo del Instituto, de los municipios, del Poder Judicial, de las escuelas, del sistema de Salud, de las obras que hacen falta en las grandes ciudades como Neuquén. Y lo va a seguir haciendo por convicción y porque además apostamos por el progreso y por el porvenir.

Nosotros estuvimos estos días en Houston y en Dalas, fue un honor y un orgullo y permítanme compartir con ustedes, entrar en los nuevos laboratorios de la empresa Exxon, la número uno y más importante del mundo; asociada con XTO la más importante del mundo en recursos no convencionales. Opera en 36 mil pozos, en Canadá y en Estados Unidos.

En sus nuevas instalaciones construidas hace dos años por Exxon, donde trabajan 10 mil personas, estuvimos recorriendo ese campus, estuvimos en los laboratorios de última generación; y les puedo asegurar que entrar en esos laboratorios, con esos microscopios electrónicos, con la simulación del ambiente de temperatura, presión y humedad de las zonas arqueológicas neuquinas. Ver las muestras de la provincia del Neuquén, de La Invernada, de Bajo del Choique, de Los Toldos, en los laboratorios de la empresa más importante del mundo, siendo analizados para ver cuál es la mejor manera de ir a nuestro subsuelo, fue motivo de emoción.

Y estar asociados a Gas y Petróleo de Neuquén, empresa de bandera provincial, creada por nuestro gobierno, asociadas con las dos empresas más importantes del mundo, para desarrollar estos yacimientos también es un motivo de orgullo, de alegría y de satisfacción.

El científico que estaba analizando las muestras no sabía quiénes éramos los de la comitiva, y yo me acerqué, le dije quiénes éramos y cuando se enteró, me dice `me puede sacar de una duda´, qué quiere decir “Bajo del Choique”, que quiere decir “la invernada”, porque no lo encontré en ningún diccionario. Así que explicándole donde venían las muestras que dieron lugar a los pozos descubridores de Exxon y XTO, fue también una alegría enorme, le puedo asegurar que yo he visto lo que significa en la minería, agotar un yacimiento.

Mi padre tenía una empresa minera, era una empresa de sulfato bario, me tocó de joven vender minerales a las petroleras, por eso es un tema que me apasiona. Pero el yacimiento se agotó, llegó a su límite por lo menos en la parte superficial. Pero yo vi, como lo leí también de la mina San Eduardo, cuando el carbón se agotaba o cuando hubo eventos de desgracias y tragedias que hicieron cerrar esos yacimientos. Viví lo que significa lo que significa la vida provisoria de un campamento y lo que representa el agotamiento de los recursos.

Extrapolado esto y vivenciado como provincia. Cuando asumimos vimos como declinaba la producción de gas y petróleo y siguió declinando. Ustedes lo saben desde el año 2004 la declinación del gas fue del 30, 40 por ciento hasta hace dos años, la declinación del petróleo mucho más. Nosotros en el año 1999 producíamos 330 mil barriles, ahora estamos produciendo 110 barriles.

Y se habla de una provincia rica, el otro día una periodista me pregunto en la radio por qué en una provincia rica como Neuquén tiene problemas para decir que día debe pagar los sueldos. La provincia es rica en su subsuelo, en su naturaleza, en sus espectaculares paisajes, pero la tesorería de la provincia sufre los avatares de esta situación que les decía antes. Una provincia de 500 habitantes de golpe tiene 700 habitantes, una provincia que tiene que ser la equilibradora entre Nación y municipio, porque los dos tienen problemas.

Cuando estaba en Estados Unidos, profundizando nuestra asociación con Exxon XTO sentía que estábamos firmando un contrato con el Barcelona y que la provincia de Neuquén era Messi. Porque realmente con el primero del mundo, con el que más producción tiene, más invierte, con el que mejor tecnología maneja, asociarnos; significa jugar en una liga grande. La provincia de Neuquén tiene un porvenir maravilloso, no es futuro es porvenir, el surco está sembrado.

La república Argentina necesita de Neuquén, necesita del autoabastecimiento y la soberanía de la energía hidrocarburífera, y Neuquén se la puede proporcionar. Lo que necesitamos es un trabajo justo, ni colonias, ni islas, un trato justo donde queremos provincias y municipios fuertes y autónomos. La fortaleza se construye con independencia política pero también con independencia económica.

Queremos una república Argentina donde la celeste y blanca nos unifique a todos en un trabajo comunitario, en un quehacer colectivo, donde todos ocupemos nuestro lugar de combate, nuestro lugar de lucha para hacer grande a la república. Sin renunciar a nuestros derechos, a nuestros recursos, al federalismo, que lo tenemos pero no con conversaciones, con agravios sino con hechos contundentes. Como decía Ortega y Gasset: «¡argentinos, a las cosas!»