Discurso del gobernador Omar Gutiérrez al asumir en su cargo en la Honorable Legislatura. Neuquén, 10 de diciembre de 2015.

(Empezamos, seré breve) Nos espera Jorge Sapag, guardián de las instituciones en Casa de Gobierno, para entregarnos el gobierno de la Provincia, conforme marca la legislación vigente.

Rolo (vicegobernador Rolando Figueroa), compañero de más de treinta años de historia, desde allá en aquellas épocas de la Universidad, en esta alegría, que representa para vos, para tu madre y para las nenas, para toda tu familia, este honor con que te ha asignado toda la población neuquina.

Al representante del obispado, a los senadores nacionales, a los diputados nacionales, ministros, subsecretarios, secretarios de Estado, fuerzas de seguridad, entes y empresas del Estado. Intendentes municipales, presidentes de Comisiones de Fomento, Consejo de la Magistratura, gobernadores mandato cumplido, vicegobernadores mandato cumplido, diputados mandato cumplido, rector de la Universidad Nacional del Comahue, sindicatos.

Es un momento de mucha emoción y alegría, de todo el pueblo neuquino y del pueblo argentino, hoy es un día más en el fortalecimiento de la democracia.

Gracias por poder venir hasta aquí pero también quiero recatar a quienes no pudieron llegar hasta aquí, quienes por razones laborales en sus ciudades, en sus pueblos, nos están mirando o nos están escuchando. Para todos ellos, para todo el pueblo neuquino, nuestro reconocimiento en el trabajo diario.

Es motivo de alegría este encuentro. Siempre es motivo de alegría un encuentro y es motivo de diálogo. Nosotros venimos aquí a renovar un compromiso por los próximos cuatro años.

En nuestra campaña electoral, escuchando cada familia, cada ciudadano, cada habitante de la provincia de Neuquén, nos planteaban cosas que estaban bien y otras que estaban mal. Asumimos que hoy renovamos el compromiso de cuidar, de proteger lo que funciona bien. De profundizar el camino allí donde hay aciertos. Y allí donde hemos escuchado atentamente que hay errores hemos asumido el compromiso de cambiar, de profundizar y cambiar. Son dos grandes ejes de desarrollo que asumimos en este gobierno que hoy comienza, pero lo hacemos en un gobierno, como nos comprometimos, de puertas abiertas. Se acabaron los tiempos de los funcionarios en las oficinas, comprometimos la presencia en el territorio, comprometimos construir ciudadanía en este proyecto colectivo de desarrollo en contacto permanente, en cercanía con ustedes.

Y nos hicieron ver que más que tiempos de hablar con tiempos de escuchar, escuchar y escuchar, para trabajar, trabajar y trabajar. Y esa experiencia que llevamos adelante asumimos un compromiso de llevarla adelante en el gobierno.

Nuestro gobierno, y le pido a toda la población neuquina que me ayude, es un gobierno de puertas abiertas y en cercanía con la gente, en el cual, en estos cuatro años la política todos tenemos la responsabilidad de decirla, de trabajo, trabajo y trabajo por cada neuquino.

Lo que queremos hacer en equipo. Queremos y necesitamos fortalecer la participación efectiva de cada uno de ustedes, de las miles de organizaciones intermedias que en el solo afán de trabajar por el otro, en una red solidaria, he conocido a lo largo y a lo ancho de toda mi provincia increíblemente cómo trabajan a destajo las 24 horas.

Y en este trabajo en equipo como lo he mencionado con los ocho ministros en reunión que he tenido ayer, quiero que recuperemos y afiancemos los valores con los que nos han educado nuestros padres, nuestros abuelos, nuestros maestros, en el jardín de infantes, en la escuela primaria, en la escuela secundaria, en la universidad aquellos que tuvieron la oportunidad de estudiar, en los valores de la humildad, del compromiso, del respeto, de la libertad, de la solidaridad.

Estoy convencido que en los tiempos que corren la mirada debe centrarse en el otro para poder desarrollar en nosotros la familia neuquina. Esa construcción colectiva tiene en nuestro gobierno una base fundacional horizontal en tres valores: el trabajo, la solidaridad y la sensibilidad social. Cada ministerio y cada ministro tendrá exactamente la misma importancia que otro ministro y otro ministerio. No más diferencias de valores entre los ministerios. Los ministros y ministerios deben trabajar en equipo, integrando esa pata del desarrollo colectivo y social tan importante que es el gobierno provincial.

Y quiero como lo he venido haciendo, como me lo han enseñado, como lo he hecho cuando fui presidente del Banco Provincia del Neuquén durante siete años recorriendo la provincia y reuniéndome en cada ciudad, en cada sucursal con los referentes sindicales, instituciones intermedias, cámaras, intendentes, con todas las fuerzas vivas. Quiero decirles que en el gobierno que hoy comienza, porque así también lo he hecho en mi tarea de ministro durante cuatro años, los intendentes, cada uno de ustedes, esa fuerza, ese brazo ejecutor el que está en continuo contacto permanente con las necesidades, expectativas de la ciudadanía, pasan a formar parte e integran el gabinete de la provincia del Neuquén.

Es un gran desafío, es un legado que asumimos con alegría, un compromiso de honor, pero también esta participación colectiva en la cual los convoco para que cada uno de ustedes sea protagonista, dejando a un costado la indiferencia por las necesidades del otro voy a tomar todas las decisiones que en cada instancia beneficie al conjunto de nuestra sociedad, con criterios de razonabilidad social, ambiental y económica. Es el cuidado de la casa común a la que recientemente nos ha invitado nuestro Papa Francisco.

Miremos el porvenir y el futuro, miremos el mañana desde este presente con plena conciencia del ayer, tenemos un desafío: defender Neuquén para los neuquinos, levantar bien alto las banderas de la defensa irrestricta irrenunciable de nuestro suelo y de nuestro subsuelo, la autonomía provincial y el federalismo, para lograr el bienestar de nuestros pueblos y el desarrollo de nuestra provincia.

Defendamos nuestras conquistas sociales, defendamos los derechos humanos, el progreso sostenido, la fuerza de nuestro pueblo mapuche y entendamos la neuquinidad como nuestra identidad y la construcción continua, continua de los valores de la solidaridad.

Amo Neuquén, nací en Neuquén, viví en Neuquen estos 48 años y estoy convencido que afianzar nuestros valores sociales, individuales y familiares, es la garantía del desarrollo social. Estoy convencido que en las diferencias sociales y culturales tenemos el fuerte desafío de trabajar y garantizar el desarrollo de nuestra comunidad, tenemos un presente con un porvenir y un futuro con tremendo porvenir, pero es un presente en el cual han trabajado generaciones y generaciones, y yo quiero venir a rendirle un homenaje y un agradecimiento a todos ellos porque han sido más en el balance los aciertos que en los errores, no tengo dudas.

En esta nueva etapa con recambios generacionales que la sociedad neuquina apoyó, apostó y le abrió la puerta, es tan solo posible porque las generaciones anteriores han dejado todo, y quiero decirles que en este recambio tienen un lugar, desde el consejo, el dialogo, tienen un lugar desde retemplar la fortaleza anímica. En mis únicos dos momentos de duda en mi candidatura fue la fuerza de la historia lo que me alentó a seguir, mi abuelo aquí presente, en quien veo representado a Felipe, el padre de Luis, a Elías, el padre de Chani (Alma ), y a tantos hombres y mujeres que son un ejemplo de superioridad. No hay ninguna limitación para avanzar y para haber hecho, lo que han hecho.

Y la otra persona, en el otro momento de duda que tuve, el hermano mayor que me ha dado la vida, -yo tengo tres hermanos menores-, Jorge Sapag, fue quien me alentó a seguir.

No venimos a criticar nada de lo que se dice que se ha hecho mal, mis funcionarios no tienen tiempo que perder, no hay posibilidad alguna de justificar la incapacidad de gestión echándole la culpa a la situación. Hemos tomado y nos hemos presentado a la campaña con plena conciencia de cuál era la situación de la provincia, y recuerdo que los tres candidatos con posibilidades ciertas de ganar la elección, en sus últimas palabras manifestaban claramente que Neuquén tiene un porvenir y futuro tremendo. Nos tocó a nosotros la decisión popular. Yo los convoco a todos a que sean los reales protagonistas del desarrollo, se acabaron las elecciones, son tiempos de trabajar por el otro, todos hemos generado expectativas e ilusiones, y lo queremos hacer en equipo.

Quiero convocar desde el dialogo a todos los partidos políticos, a todas las fuerzas políticas, para que podamos llevar adelante en forma conjunta la reforma política que toda la población y el país está pidiendo, para fortalecer una política y un sistema democrático desde la gente y para la gente, logrando y garantizando la transparencia, la agilidad y el seguro control en los procesos electorales. Estamos de acuerdo en llevar adelante una reforma política.

Quiero decirles que cuando comenzábamos nuestro trabajo en el cara a cara, y me fui a la historia a leerla y encontrar en esos momentos en el cual a uno se les complica; encontré en los valores de la defensa y el fortalecimiento del federalismo, en la defensa de la autonomía política y de la justicia social; las tres grandes banderas que identifican la identidad neuquina.

Para mi, la justicia social en aquel valor pionero de los primeros fundadores de la provincia y de mi querido Movimiento Popular Neuquino son la salud, la educación y la seguridad. Con los tiempos que fueron corriendo se agregaron dos nuevos desafíos y responsabilidades: el trabajo y la vivienda.

Y en estos cuatro años por venir, nosotros hemos asumido el compromiso de dos patas más a incorporar obligatoriamente en el desarrollo de la justicia social: una gran revolución de cultura y deporte, deporte y cultura para, entre otras cuestiones, alejar a toda nuestra población de este flagelo que son las adicciones a la droga.

Era un momento difícil de mi vida y había algo que a efectos de definir, los últimos días de la campaña, no estábamos muy de acuerdo en cómo estaba; y yo quiero transmitirles esto que es un fuerte sentimiento para todo el pueblo neuquino.

Le pregunté a “Rolo” (Rolando Figueroa) y después le pregunté a Jorge (Sapag): “- ¿Tenés algún compromiso con esto?”. Porque había que cambiarlo, para mí, para Rolo también. “-Sí – me contestó-, tengo un compromiso, un compromiso con el triunfo”.

Yo tengo un compromiso con el triunfo de cada uno de ustedes. Con el triunfo de todo el pueblo neuquino. Y para ello vamos a apoyar y a fortalecer el desarrollo de todo nuestro pueblo. Todo aquello que sea positivo para el desarrollo de las economías regionales, del país, de la calidad de vida de cada argentino. Vamos a acompañar y vamos a apoyar; pero con un límite representado en una bandera que surge de la historia y que nos distingue: hay un límite de la defensa de Neuquén para los neuquinos.

Gracias a todos los neuquinos. Gracias a Jorge (Sapag) y Ana (Pechen) y a todo el equipo que durante ocho años han trabajado, trabajado y trabajado para entregar esta provincia. Una provincia en la cual han logrado la refundación de la provincia; han logrado el recambio generacional, lo han acompañado, lo han estimulado, y han levantado y construido la paz social.

Gracias a todos los neuquinos, a los que nos votaron y a los que no nos votaron; a los que no nos votaron y a los que nos votaron. Vamos a trabajar codo a codo con todos, y en este trabajo conjunto y permanente, diariamente vamos a validar lo que está bien, para corregir lo que está mal enderezando nuestra agenda de trabajo.

Gracias a mis padres, a mi papá y a mi mamá, que entregaron la vida para formar una familia de cuatro hermanos. A esos tres hermanos menores que me acompañaron y apoyaron en desafío en los cuales a veces no se veía prácticamente la luz.

A mi mujer, a toda la familia de mi mujer, que no viene de la política y que le costó asumir este desafío. A mis hijos, que al igual que mi mujer, son mi sostén y quienes sufren diariamente mi ausencia física. Pero es que hemos asumido un compromiso por los cuatro próximos años.

Nuestra familia Rolo (Rolando Figueroa), diputados, intendentes, concejales, todos los que tienen alguna representatividad, hemos ampliado nuestras familias. Nuestra familia ya son todos, todos los neuquinos. Les pido que me ayuden a exigir y que mis funcionarios cumplimenten estos principios, recuperando el valor de la palabra empeñada; haciendo del otro, del factor humano, del ser humano, el centro de nuestro desarrollo.

Yo estoy convencido de las riquezas que tiene Neuquén, pero quiero decirles que el factor determinante que ha hecho que esta provincia tenga este presente vigoroso y en pleno crecimiento, ha sido cada neuquino. Cada uno de ustedes que cada mañana se levanta desde el interior a los pueblos y ciudades de la Confluencia, desde los pueblos y ciudades de la Confluencia, hacia el interior; a trabajar y defender Neuquén para todos nosotros.

Por ello, los convoco en esta etapa de encuentro el diálogo, para ir en esta búsqueda incansable, sobre la base de la solidaridad, del desarrollo, de toda nuestra familia.

Le pido a Dios que nos ilumine, que nos dé la fuerza necesaria para tomar las decisiones correctas en los momentos oportunos. Le pido a Dios que nos mantenga, siempre, siempre, siempre, unidos al sentir y al pensar de cada neuquino. ¡Que viva Neuquén! ¡Que viva todo el pueblo neuquino! ¡Que viva la patria y que viva todo, todo el pueblo argentino! ¡Feliz día de la democracia!