Discurso del gobernador Jorge Sapag en la inauguración del hospital de Villa La Angostura. 29 de marzo de 2012.

También a todos los integrantes de la salud, en las personas de los dos ministros presentes, el ministro que está en ejercicio, y el ministro mandato cumplido, Daniel Vincent. En sus personas, a todo el equipo de Salud Pública. Todas las sugerencias, todo el equipamiento, todo lo que se trabajó a partir del trabajo del doctor Alejandro González Vottero para la compra de equipamiento. A todos los que hicieron sus sugerencias.

También al intendente mandato cumplido, también médico del sistema, médico de Villa La Angostura, Ricardo Alonso, tanto empeño y tanta pasión puso también en esta tarea.

A los comercios de Villa La Angostura. A la gente de Obras Públicas de la municipalidad por toda su colaboración. A los Bomberos de Villa La Angostura. A los electricistas. A los del vivero que pusieron su trabajo. A Rubén Andreoni, constructor. Al personal de mantenimiento del hospital.

Yo cuando escuchaba las palabras de Marisol (Cárdenas -Empleada del hospital-) me emocionaba, porque ella hablaba fundamentalmente del trabajo en equipo, de lo que representa el privilegio de estar en este momento, en este lugar participando de esta reunión, y al mismo tiempo la tremenda responsabilidad que significa tener que atender la salud de toda la población.

Una provincia como Neuquén que tiene una historia de su plan de Salud, que tiene una camiseta puesta, que tiene una mística, que tiene mucho para hacer y mucho para dar a partir de toda esta experiencia de 6.200 personas que trabajan en el sistema de Salud atendiendo la salud cotidianamente y cada día.

A la Cooperadora del hospital, a las mujeres que con su amor y con sus manos hicieron las toallas, las sábanas y la ropa que se va a usar en este hospital; en un curso de capacitación que las prepara también para futuras tareas, que es lo que queremos hacer en toda la provincia; ir capacitando y generando estas fuentes de trabajo genuinas.

En una oportunidad, una persona vio a un hombre muy sabio y le dijo que quería ver al mundo de otra manera. Este hombre sabio lo llevó a una montaña muy alta. Desde ella contemplaban todo lo significaba el valle, puntos recorridos por todos sus habitantes, y también por la persona que había visto a este hombre sabio.

Era de noche y veían un montón de lucecitas, y esta persona le preguntó: “¿qué son esas lucecitas?”. El hombre sabio respondió: “esas lucecitas marcan el camino de tu vida. Cuando vos fuiste pasando por distintos lugares. Allá, en aquella lucecita le diste a alguien que tenía sed de beber; a alguien que tenía hambre le diste de comer; a alguien que tenía un problema de salud le diste contención, atención, cariño y afecto; a alguien que le faltaba una vivienda lo ayudaste a construir su casa; a alguien que necesitaba aprender a leer y a escribir le enseñaste a leer y a escribir, y esas lucecitas que son el camino de cada una de las personas que conformamos la sociedad, son las luces que en definitiva van creando la energía creativa, y la energía positiva que necesitamos para crecer en comunidad”.

Cuando yo la escuchaba a Alejandra (Piedecasas, directora del hospital) hablar con tanta pasión, con tanta entrega, con tanta dedicación a este trabajo que llevó estos cuatro años de tarea.

Nosotros cuando asumimos nos encontramos con Ricardo, y veíamos el contrato que se había firmado con la empresa. Y ya la empresa tenía alguna dificultad en el contrato asociativo que tenía, con algunas dificultades serias que lo llevaron al empresario a tener, como decía Roberto (Cacault, intendente de Villa La Angostura), que sacrificar bienes personales y poner todo su patrimonio en juego para poder iniciar la construcción de esta obra. Y realmente, lo que decía Roberto es cierto, el país necesita trabajadores, necesita programas, necesita gobernantes, pero también necesita empresarios que piensen que no solamente es el lucro o las ganancias lo que tienen que mover a una organización, lo tiene que mover el amor por su tierra, el amor por su gente, la responsabilidad social empresaria y fundamentalmente esta palabra: responsabilidad, que viene de responder, de dar respuesta.

Yo creo que en este hospital se conjugan todas esas fuerzas, la fuerza de una comunidad que está de pie. Una comunidad que siempre estuvo de pie. Ni siquiera el volcán del Cordón Caulle pudo arrodillar al pueblo de Villa La Angostura porque es un pueblo digno, porque es un pueblo con entereza, con dignidad. Y hoy el volcán nos saluda, y nos saluda con este día y seguramente ya en sus últimos tramos, porque ya está en sus últimos estertores, el volcán también nos saluda y nos felicita y nos dice felicidades y felicitaciones pueblo de Villa La Angostura, de Villa Traful, de Junín (de los Andes), de San Martín (de los Andes), del sur de la provincia del Neuquén, porque ni siquiera con la fuerza de este volcán puede doblegar a un pueblo que tiene fe en sí mismo, que tiene entereza, que tiene las virtudes conjugadas de los hombres y mujeres que fueron pioneros y primeros pobladores, que lucharon también contra las adversidades también de este volcán, que en el año 60, que en el año 22 también dejó su marca pero así es la vida de los pueblos, los pueblos se encuentran con dificultades y se encuentran con dificultades todos los días, problemas hay todos los días. Hay que ser respetuosos con las personas y duros con los problemas. Muchos creen que hay que ser duros con las personas, que hay que ser duros con los gobernantes, duro con aquel, duro con el otro, hablemos mal de este, hablemos mal del otro; hay que ser duro con los problemas. En el caso de las personas que infrinjan las leyes, las sanciones están para las personas, pero cuando se trata de un pueblo que quiere trabajar, qué sentido tiene echarle la culpa a los demás. Es el mejor síntoma de inmadurez cuando se le echa la culpa a los demás de lo que nos está pasando. ¿A quién le podemos echar la culpa del volcán? Es la naturaleza. Entonces tenemos que, siendo respetuoso entre nosotros, ser duros con el problema y presentarle batalla de la misma manera que un titán presenta batalla a otro titán. Y yo creo que aquí hay un pueblo que está firme, que está de pie y que está con ganas de hacer nuevas cosas. Y vamos a hacer nuevas cosas.

Tenemos desafíos por delante, en el mes de mayo, mes del aniversario de Villa La Angostura, vamos a estar seguramente abriendo la licitación de la línea eléctrica para Villa La Angostura, para que traiga la electricidad sin necesidad de tener que usar combustible. Le daremos una respuesta también a una Nación que necesita gasoil para otros destinos, nosotros traeremos de Alicurá la electricidad que hace falta para Villa La Angostura, también la ruta de circunvalación va a ser licitada en el mes de mayo por Vialidad Nacional, así que es también un obra importante. Y vine recién por Siete Lagos y veo el trabajo intenso en muchos trabajadores, muchas máquinas para ver si en los próximos dos años podemos tener terminada esta obra.

Nosotros tenemos, como decía el ministro (de Salud, Rubén Butigué), varias acciones que hacer en materia de hospitales. Venimos de inaugurar el hospital de Plottier, tenemos que inaugurar en los próximos días el hospital de San Patricio del Chañar, obra también terminada; hemos inaugurado en Piedra del Águila, hemos trabajado intensamente en los hospitales de Neuquén capital, en Buta Ranquil, en Barrancas, en Almafuerte. Estamos haciendo 18 centros de salud en toda la provincia, en comunidades rurales, esto es una tarea muy importante porque forma parte de la esencia y la naturaleza del sistema de Salud, de la atención primaria de salud. Sin centros de Salud rurales, sin centros de Salud urbanos nuestro plan de Salud no tendría sentido, por eso haber iniciado la construcción de 18 centros de Salud es muy importante, y además algo emblemático y sólido.

En Ruca Choroi estamos construyendo el centro de Salud intercultural más importante de Latinoamérica, con la experiencia de Chile estamos construyendo un centro de Salud donde va a haber medicina tradicional criolla y donde también va a haber atención médica mapuche con las costumbres y con los conocimientos ancestrales de la cultura de nuestros hermanos mapuches.

Así que creo que en materia de infraestructura estamos trabajando seriamente para dar los próximos pasos estos cuatro años. Hay un compromiso también de honor con San Martín de los Andes para construir un hospital de más de 12 mil metros cuadrados, ya está el proyecto terminado, hay una partida dispuesta en el presupuesto nacional y si Dios quiere pronto vamos a poder licitar esta obra, como la ampliación del hospital de Zapala, como la terminación que hicimos del centro de Salud en Caviahue, como también el hospital de Aluminé, el hospital de Mariano Moreno, que lleva el nombre del doctor Carlos Burdes. Permítanme, fue el médico que me trajo, y creo que a vos también Carbón (Ricardo Esteves), a la vida; en nuestras casas, en las casas de nuestras madres. Allí no había hospital. Atendía en la casa, el doctor Carlos Burdes, era el médico partero aparte de ser el médico del pueblo, que no cobraba honorarios. A veces se llevaba una gallina, alguna torta o alguna docena de huevos, pero era un hombre extraordinario. También en Añelo tenemos el compromiso del hospital.

Hay un desafío muy grande por delante. Y permítanme, ya que hablábamos de las lucecitas, terminar estas palabras con otra imagen también de un hombre que decían que era muy sabio y que veía desde el cielo a los seres humanos, tal vez estamos hablando de Dios que nos mira desde el infinito y ve que cada ser humano es como un fuego. Hay fuegos que son fuegos muy fuertes, muy intensos, hay fuegos que son más débiles, hay fuegos que son más locos, hay fuegos que son más románticos. Pero fundamentalmente el fuego que necesita el cielo y que necesita la Tierra es el fuego de cada uno de nosotros, con la pasión, con la fuerza y con la grandeza de un ser humano, hombre o mujer, que tiene ganas de que las cosas se hagan bien y que esa fuerza de ese fuego nos dé luz para encontrar la verdadera justicia y que nos dé calor para que apasionadamente hagamos las cosas que tenemos que hacer para vivir en una sociedad justa, para vivir en una sociedad solidaria, en paz y donde cada ser humano pueda realizarse como ser humano, con su familia, con sus seres queridos.

Villa La Angostura, querido pueblo, muchas gracias por esta fiesta, mis felicitaciones y que Dios nos ayude a todos. Gracias.