Discurso del gobernador Jorge Sapag en la inauguración del Centro Cultural Dr. Gregorio Álvarez en Plaza Huincul. 18 de noviembre de 2011.

Muchísimas gracias a todos por la presencia; muchas gracias a la Fundación YPF, gracias ingeniero Enrique Eskenazi, gracias Ezequiel (Eskenazi) por el trabajo que ha hecho la fundación en toda la provincia de Neuquén, y el trabajo que tenemos por delante. Gracias por la presencia a vecinos y vecinas de Cutral Co y Plaza Huincul, autoridades municipales, provinciales, nacionales. A todos los trabajadores de las empresas, gracias Guillermo (Pereyra) por tu presencia aquí, gracias por el acompañamiento que siempre hacen a estos eventos. Ana. (la vicegobernadora Ana Pechen), es un momento muy emotivo para todos los neuquinos por varios temas.Como decía Enrique (Eskenazi), uno de los eventos que hace que nuestro corazón rebose de alegría hoy es estar cerca, en las inmediaciones del Pozo 1, que es emblemático, histórico y legendario. En este Pozo 1 donde un geólogo alemán, Juan Keidel, en 1915, dijo: ‘por allá a la altura del kilómetro 1287, unos diez metritos para arriba de las vías del ferrocarril y de las rutas’. Juan Keidel indicaba: ‘ahí en ese morrito, cerca de una matita verde, ahí hay que hacer el pozo’. Y la matita verde tenía mucho que ver con la geología y el morrito también. Hoy lo sabemos.

En ese lugar, el ingeniero (Enrique) Cánepa y un grupo de habitantes de la provincia decidieron encarar esta tarea con un equipo de perforación que se llamaba Patria, un nombre emblemático, porque hicieron patria con este equipo. Era un equipo que estaba preparado para perforar 500 metros. Y cuando llegaron a los 500 metros recibieron la orden de Buenos Aires de parar. No le mandaron más la paga, no les mandaron recursos económicos. Y Cánepa y su gente se rebelaron, dijeron: ‘vamos a seguir, aunque no nos paguen’. Y siguieron dos o tres meses. Septiembre, octubre. Y encontraron, a 603 metros, el petróleo. Luego el pozo se consolidó en 1.060 metros y ese año dio 12 mil litros.

Este lugar es emblemático, que podamos estar hoy reconstruyendo esta historia tan particular, que hizo luego a partir de la década del ‘20 YPF, de la mano de hombres (…) y hombres que apostaban al progreso y apostaban a vencer las inclemencias del tiempo y las desventajas que ofrecía en aquellos tiempos la tecnología.

Hoy los tiempos son distintos. Y esto también es emblemático. Pero antes de pasar a estos tiempos distintos quiero rápidamente decir que el nombre del centro cultural es también un homenaje a Gregorio Álvarez, profesor titular de historia, geografía y toponimia de la Universidad del Neuquén. Fue académico en Neuquén de la Academia Nacional de la Historia, presidente de la Junta de Historia de Neuquén, primer maestro nacido en Neuquén, se recibió en 1910; y fue el primer médico también neuquino. Un hombre nacido en nuestra provincia que nos dejó un legado cultural enorme, pero aparte del legado cultural nos dejó el ejemplo y la impronta de su personalidad, de su entrega, de su patriotismo, de su sacrificio. Fue médico del hospital de niños también. Y Gregorio Álvarez está muy ligado a la historia de nuestra provincia.

Por eso, en la inauguración de este centro cultural, todo lo que representa, en la inversión que se ha hecho, en el trabajo que representa cada uno de los detalles que tiene, está presente esa historia, la historia del Pozo 1, la historia de un Gregorio Álvarez trabajando por su provincia y está también la historia de cada uno de los trabajadores, de cada uno de los empresarios, de cada uno de los comerciantes, de cada uno de los vecinos de Cutral Co y Plaza Huincul que forjaron esta historia de presente y una historia que tiene un excelente porvenir.

En este emblema de este centro cultural, quiero destacar que estamos por entrar a un nuevo período en la historia del gas y del petróleo en la provincia del Neuquén, una provincia energética, una provincia que hoy produce el 50 por ciento del gas de la República, el 23 por ciento del petróleo, el 22 por ciento de la energía hidroeléctrica.

Neuquén, que en el idioma mapuche quiere decir poderoso, torrentoso, correntoso. Y ese poderío de su río, que tiene un caudal de agua arrastrado en forma justamente enérgica y apasionada. Y en este emblema, ha querido la naturaleza y ha querido Dios que Neuquén siga escribiendo una historia importante en la energía de la república.

La república tiene una matriz energética que depende en más del 90 por ciento del gas y del petróleo. La República Argentina necesita del gas y del petróleo para mover el nervio de su industria, para tener energía en los hogares, para mover un parque automotor de 1.200.000 vehículos, que es el parque automotor más importante del mundo a gas.

En este desafío, Neuquén tiene en su subsuelo recursos que están esperando ser trabajados. Por supuesto que es todo un desarrollo sustentable y sostenible, defendiendo el ambiente, defendiendo el suelo, defendiendo los acuíferos. Tenemos leyes nacionales y provinciales muy exigentes y por supuesto que el trabajo de producción de los hidrocarburos, de los cuales los neuquinos tenemos cien años de historia y de experiencia, lo vamos a hacer respetando las leyes del arte, las leyes de la ciencia y de la técnica. Pero sabemos bien que de estos recursos de subsuelo va a surgir un nuevo porvenir para la República; porque la República necesita de estos recursos, y sabemos muy bien que Neuquén los va a brindar solidariamente a la República, para que la República se consolide.

Una Nación, para ser considerada tal y para ser soberana, independiente, y tener justicia social en su territorio, necesita educación, necesita trabajo, necesita alimentos, y necesita energía; y la provincia de Neuquén le puede proveer por los próximos cien años a la República Argentina gas y petróleo. Tenemos que generar el escenario, tenemos que generar el ambiente propicio para que las inversiones nuevas se radiquen en nuestra tierra, y obtener riqueza a partir del gas y del petróleo, a partir del agua de nuestros ríos, para diversificar nuestra economía, para destinarla a otras actividades como el turismo, la forestación, la agroindustria; por supuesto que a la educación; a darle trabajo a nuestra gente, para capacitar a nuestra gente para que se pueda incorporar a esas tareas; y para poder cumplir con todas las garantías sociales y la defensa de todos los derechos individuales en nuestra provincia. En este desafío estamos, y en este desafío cultural, quiero decirles que el 16 de noviembre, las Naciones Unidas, celebran el día de la tolerancia, y esto, tiene que ver con los que decía Enrique (Eskenazi). Una democracia se construye con respeto, se construye fortificando y fortaleciendo la idea de que el ser humano es lo más importante; y para el ser humano también es importante la convivencia, y la convivencia se hace con tolerancia; y la tolerancia se construye con la democracia. Y ser tolerante no significa ser pasivo. La tolerancia es una actitud activa, porque significa solidaridad, significa respeto al otro, respeto al otro por lo que es como ser humano sin tener en cuenta sus creencias, su religión, su raza, su condición económica, social, sexo, nacionalidad… es respetarlo como tal, y creo que eso es lo que tenemos que construir. Construir una sociedad nueva de respeto, en la diversidad la unidad, donde lo público y lo privado tienen que interactuar, donde el Estado Nacional, Provincial y Municipal tiene una gran responsabilidad de construir una sociedad solidaria, y donde los habitantes y la sociedad civil, tienen la gran responsabilidad de saber que con tolerancia y respeto se puede construir esa democracia.

Yo quiero terminar mis palabras agradeciendo a todas y cada una de las empresas, YPF y la fundación. Agradecer a las empresas que han colaborado y participado, a cada uno de los trabajadores que han colaborado en esta tarea de presentación de este salón cultural. Y agradecer en el nombre de Gregorio Álvarez esta reconstrucción, esta tarea. Agradecer a todos los que van a participaren este salón cultural, en el despliegue de su tarea, porque cultura es todo un sistema de valores, creencias y principios, de actitudes frente a la vida que permiten reflexionar sobre nosotros mismos y al mismo tiempo nos permite crear obras que nos trasciendan, y nos permite interactuar con otros seres para saber que esta tarea de la construcción de una sociedad es inagotable, y que el ser humano al mismo tiempo un proyecto inagotable.

Me gustaría leer una poesía de Gregorio Álvarez, por que también era poeta, que decía así, y con estas palabras termino las mías. Se llamaba “Aspiración y nostalgia”, decía Gregorio Álvarez:

He nacido en el Neuquén,

mítico edén de la patria,

entre dos ríos soberbios

que en sus términos se enlazan:

el Neuquén embate

de enfurecida mesnada,

y el Limay, lírico refugio

del alma de la montaña.

Junto a un maitén, que era amparo

de diucas y de torcazas,

me vio nacer mi Pehuenia

en rancho de piedra y paja,

cuyo techo de carrizos

en dos bandas se inclinaba,

trasuntando de mi madre,

la cabellera peinada.

 

¿Cómo no amar a este suelo,

si es canal de mis ansias?

¿Cómo no estar orgulloso

de ese pedazo de mi patria?

Muchísimas gracias.