Día Mundial del Parkinson

El ministerio de Salud informa que el 11 de abril es el Día Mundial del Parkinson, trastorno neurodegenerativo que afecta al sistema nervioso de manera crónica y progresiva. Si bien hay casos en jóvenes adultos, se observa con mayor frecuencia a medida que avanza la edad.

La fecha –que recuerda el nacimiento de James Parkinson, neurólogo británico que en 1817 descubrió lo que en aquel tiempo llamó parálisis agitante, y que hoy conocemos como enfermedad de Parkinson– es una oportunidad para sensibilizar a la sociedad sobre esta enfermedad.

Juan Carlos López Cormenzana, Jefe del Servicio Neurología del Hospital Castro Rendón comentó que “la enfermedad de Parkinson es una de las patologías más frecuentes de ver en el consultorio de Neurología”.

Además, indicó que “a mayor edad, mayor prevalencia” y detalló “si uno toma como corte los 55 años, tenemos un 1,5% del grupo poblacional que tiene la enfermedad, pero si tomamos como corte 85 años, el 4,5% están afectados, mientras que a mayor edad, son mayores los riesgos de tener Párkinson”.

La enfermedad se caracteriza por la pérdida (o degeneración) de neuronas en la sustancia negra, una estructura situada en la parte media del cerebro. Esta pérdida provoca una falta de dopamina en el organismo, una sustancia que transmite información necesaria para que realicemos movimientos con normalidad. La falta de dopamina hace que el control del movimiento se vea alterado, dando lugar a los síntomas motores típicos que son el temblor en reposo o la rigidez.

También se pueden presentar dificultades motoras como la lentitud en los movimientos y la inestabilidad postural; mientras que entre los síntomas no motores se encuentra la depresión, la disminución del olfato, la constipación y los trastornos del sueño, entre otros.

“Una vez detectado el Parkinson, además del apoyo psicológico, y la derivación a lugares como el Hospital Bouquet Roldán –donde se realiza rehabilitación física de pacientes crónicos– siempre hay un manejo integral con el médico clínico de cabecera” dijo López Cormenzana y mencionó que “además de los medicamentos que se les brinda, trabajamos en la contención de la persona”.

Una de las características de esta enfermedad es que los síntomas, motores y no motores, no se presentan de la misma manera en todas las personas, al igual que la evolución de la enfermedad, que si bien es progresiva, puede variar en función de la persona.

Estas particularidades hacen que el tratamiento debe estar adaptado a las necesidades de cada persona en cada momento. En relación a esto, hay diferentes fármacos y combinaciones de los mismos, que se pueden utilizar para reestablecer el contenido de dopamina en el cerebro con el objetivo de mejorar los síntomas y la calidad de vida de la persona.

También hay tratamientos no farmacológicos con terapias rehabilitadoras que incluyen a distintas áreas como la kinesiología, psicología, fonoaudiología, musicoterapia y terapia ocupacional, entre otras, los que se orientan a favorecer la autonomía e independencia de la persona, en las actividades de la vida cotidiana.

En relación a los tratamientos quirúrgicos, López Cormenzana dijo que “esta opción terapéutica es de mayor complejidad y para casos concretos”, además mencionó que “la cirugía funcional, con la colocación de estimuladores, está disponible en centros de referencia como el Hospital Posadas de Buenos Aires”.

Un día para sensibilizar

En la actualidad no se conoce la causa última de la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, se considera que podría deberse a una combinación de factores genéticos, medioambientales y otros, derivados del propio envejecimiento del organismo.

“Al no conocerse su origen, es difícil brindar medidas de prevención, pero en general lo que se recomienda a una persona es una vida sana, dieta equilibrada, actividad física regular, evitar la  exposición a tóxicos y los traumas reiterados”, aseguró López Cormenzana.

En el marco del Día Mundial del Parkinson, el médico especialista en Neurología dijo que “es importante concientizar a la población sobre cómo reconocer la enfermedad y afirmar que actualmente existen tratamientos, que si bien no son curativos, mejoran los síntomas y mejoran la calidad de vida, por lo cual es importante el diagnóstico temprano”.