Avanza plan de restauración del bosque nativo tras los incendios en Aluminé

Se finalizó con el relevamiento de la zona y se concretaron las primeras tareas definidas como prioritarias. Las comunidades mapuches participan activamente del trabajo, junto con la intervención articulada de organismos provinciales y locales.

En forma paralela a las acciones de asistencia a las comunidades y productores afectados por los incendios en Ruca Choroi y Ñorquinco, en el departamento Aluminé, los equipos técnicos del ministerio de Desarrollo Territorial avanzaron en la implementación de las primeras acciones para la recuperación del bosque nativo con diversas tareas impulsadas desde el gobierno provincial.

El equipo conformado por la dirección general de Recursos Forestales y la dirección de Gestión de Bosque Nativo, dependientes de la subsecretaría de Producción, culminó con el relevamiento de la zona para contar con un diagnóstico detallado acerca del tipo de bosque afectado, el estado de lo remanente y las acciones posibles para la recuperación del ecosistema.

Los datos recabados permitieron determinar áreas de intervención prioritarias, teniendo en cuenta la adaptabilidad de las especies afectadas a estos siniestros. Por ejemplo, el ñire y la araucaria están mejor preparadas y se espera que, en función de la intensidad del fuego recibido, sea más rápida su recuperación con respecto a especies como la lenga, que cuenta con menos recursos para recuperarse. Sin la intervención del hombre, este tipo de bosque puede requerir hasta cien años o más para restaurarse.

Plan de acción

A partir de la identificación de las especies y la medición de las pendientes del terreno, se generó un “mapa de susceptibilidad ambiental”, para determinar zonas críticas de intervención que requieren acelerar los procesos de recuperación y restauración y evitar posibles nuevos daños provocados por avalanchas o deslaves debido a la ausencia de cobertura vegetal.

Desde febrero, se construyeron más de 300 terrazas para evitar el deslizamiento y la pérdida de suelo en laderas que quedaron sin cobertura vegetal o poseen fuertes pendientes y aquellas con bosque de lenga afectada por el incendio.

Estas estructuras, construidas con la misma madera quemada que quedó en el lugar, ya comenzaron a acumular material, lo que demuestra su efectividad tanto para la contención del terreno cómo para la conformación del medio necesario para las futuras tareas de plantación de especies nativas. Esta actividad se realizará en los próximos meses con plantas aportadas por el Vivero Provincial Luis Alberto Puel, distante a 23 kilómetros de la zona afectada.

Desde el gobierno provincial se coordinan las acciones del plan de recuperación, apostando al trabajo articulado y la sumatoria de esfuerzos para lograr los objetivos delineados. En este proceso intervienen el municipio local, la Corporación Interestadual Pulmarí, los ministerios de Desarrollo Territorial y Desarrollo Social, la Corporación Forestal Neuquina (Corfone) y la secretaría de Coordinación del Interior, entre otros organismos.

En febrero se efectivizó la contratación de 70 personas de las comunidades mapuches Aigo y Hiengheihual, a través de la secretaría de Coordinación del Interior, y se adquirieron herramientas y equipos.

Estas personas, organizadas en grupos de trabajo de 8 a 10 integrantes con un referente, se encargan de las tareas de recuperación, mientras que la operatividad y el nexo técnico de las acciones está a cargo del responsable de Incendios Forestales de Aluminé.

También se contó con la colaboración de expertos en recuperación de las provincias de Chubut y Río Negro, con quienes se diagramaron y convalidaron acciones inmediatas de intervención.

Trabajo

Sobre los trabajos que se están llevando a cabo en la zona, el lonco de la comunidad Aigo, Eleuterio Pellao, comentó que “en la comunidad estamos trabajando después del incendio. Ahora estamos pensando en cerrar la zona y plantar bosque nativo. Queremos plantar de vuelta araucarias, lo que se quemó, todo nativo. Hacer un trabajo bien hecho”.

Pellao también destacó el valor del trabajo compartido, al agregar que la comunidad “recibió bien a los técnicos porque trabajamos en conjunto. Nosotros aprendemos de ellos y ellos aprenden de nosotros”.