Como parte del proceso de actualización del Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos (OTBN), se llevó adelante este mes en Chos Malal un taller para técnicos de la zona Norte y también se desarrollaron dos talleres participativos en la zona Centro, puntualmente en Villa Pehuenia y Aluminé.
De las jornadas participaron referentes locales, miembros de pueblos originarios, y técnicos de distintas instituciones de orden local, provincial y nacional de las zonas indicadas. Los asistentes tuvieron una activa participación comunicando sus opiniones e inquietudes en cuanto al Ordenamiento Territorial de bosques nativos.
Las actividades fueron encabezadas por la subsecretaria de Producción, Amalia Sapag; el director general de Recursos Forestales, Fernando Román; y el director de Gestión de Bosque Nativo, Augusto Mazzucco; en conjunto con el personal técnico de la subsecretaría.
El 27 de julio se realizará un taller de evaluación técnica correspondiente a Aluminé. En el mismo que se analizarán las propuestas que surgieron de los talleres participativos, las inconsistencias detectadas y las posibles incorporaciones de bosque nativo al Ordenamiento Territorial. Para cerrar el proceso participativo, se organizarán “encuentros de devolución”, en los que se presentará el resultado final del proceso de actualización.
La iniciativa está contemplada por la ley nacional Nº 26331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, que establece que tanto la elaboración del Ordenamiento Territorial como sus actualizaciones requieren de procesos que garanticen la participación social.
En la provincia, la iniciativa es impulsada desde la subsecretaría de Producción, autoridad local de aplicación en temas de jurisdicción provincial, y tiene como objetivo dar cuenta del estado y la situación actual de los bosques nativos.
Acerca de la normativa vigente
La Ley Nº 2780, aprobada en la provincia del Neuquén en noviembre de 2011, tiene como fin proteger y conservar los bosques nativos con el objetivo de asegurar a las futuras generaciones la posibilidad de su disfrute, garantizando a través de distintas acciones la conservación y utilización sustentable del territorio.
La misma zonifica territorialmente a los bosques de acuerdo con las diferentes categorías (rojo, amarillo y verde), según una estimación del valor de conservación, ponderando diversos criterios y definiendo qué actividades humanas se permiten, cuáles se restringen y cuáles se prohíben. En este contexto, toda intervención debe realizarse en el marco de planes de conservación y manejo, según corresponda.