Neuquén expuso sobre los pasos fronterizos en la reunión del Grupo Técnico Mixto

La provincia del Neuquén participó hoy de la XLVI Reunión del Grupo Técnico Mixto Argentino-Chileno realizada en la Cancillería argentina. En representación del gobierno provincial asistieron al encuentro el secretario del COPADE, Sebastián González; el titular de la Agencia ADI-NQN, José Brillo y el presidente de Vialidad Provincial, Juan Carlos Schenk.

El Grupo Técnico Mixto, instancia de alto nivel en materia de priorización de obras de infraestructura a nivel binacional, reúne a autoridades de las provincias argentinas y regiones chilenas, junto con autoridades nacionales vinculadas a asuntos de la integración fronteriza. En esta oportunidad dividieron el trabajo en dos subcomisiones: Vial y Ferroviaria. En ambas hubo presencia neuquina.

Al exponer ante el Grupo Técnico Mixto Argentino-Chileno, el secretario del COPADE destacó la compleja situación de varios de los siete pasos fronterizos priorizados en Neuquén (Pichachén, Pino Hachado, Icalma, Mamuil Malal, Carirriñe, Hua Hum y Cardenal Samoré), en materia de carencias de infraestructura y servicios, dotación de recursos humanos y tecnológicos.

Si bien González valoró el esfuerzo que se está haciendo para solventar las cuestiones más urgentes, donde la provincia está colaborando mucho, le reclamó en el mismo sentido a los funcionarios nacionales allí presentes la necesidad de complementar el enfoque puesto en la resolución a corto plazo de problemas, con el desarrollo de una planificación sólida de infraestructuras, servicios y personal a mediano y largo plazo que “ofrezca previsibilidad y certidumbre a los miles de viajeros y empresas que usan esas vías de comunicación con Chile durante el año para turismo, intercambio comercial y actividades culturales y que sufren mayores costos en tiempo perdido al cruzar, afectando la competitividad turística y comercial de la provincia y generando más riesgo de siniestralidad vial y peores condiciones laborales y de vida de los funcionarios nacionales asignados a los complejos”.

El año pasado usaron los pasos fronterizos de Argentina-Chile unos 8.892.923 viajeros, de los que 2.549.508 lo hicieron a través de los siete pasos priorizados ubicados en la provincia del Neuquén (29 por ciento). El 33 por ciento restante lo hizo por el Sistema Cristo Redentor en Mendoza y un 22 por ciento, por los pasos ubicados en la provincia de Santa Cruz.

Otros 3 millones de viajeros lo hicieron por vía aérea, en más de 20 mil vuelos desde/hacia alguno de los 12 aeropuertos de Argentina que tienen frecuencias con destino en Chile (Córdoba, Salta, Tucumán, Jujuy, Ushuaia, Aeroparque, Ezeiza, Neuquén, Rosario, Mendoza, San Juan, Santiago del Estero).

El secretario del COPADE instó a los funcionarios nacionales a retomar el camino establecido en el Plan Maestro de Pasos Fronterizos (2014), que preveía inversiones por más de 3.200 millones de dólares en los 26 pasos priorizados (1.187 millones de dólares por parte de Argentina y 2.067 millones de dólares por parte de Chile).

Ese Plan Maestro se identificó y consensuó en el Grupo Técnico Mixto Argentino-Chileno, con el objetivo principal de proveer de un sistema de conectividad fronteriza diversificado, descentralizado e integrado que posea: corredores modales y multimodales de transporte con aptitud para canalizar los flujos de bienes y personas, en forma local, bilateral y multilateral; accesibilidad en zonas no integradas o periféricas y conectividad de las redes nacionales mediante la provisión de conexiones país-país y alternativas eficaces que minimicen el impacto de los días de cierre de los pasos de frontera por razones climáticas o de otra índole.

Mejora continua

El secretario también propuso la elaboración conjunta de un “Programa de mejora continua para la gestión integral de pasos fronterizos” que permita complementar en forma concreta el enfoque centrado en la infraestructura física que ha venido dominando la discusión binacional en la temática, para abordar integralmente la gestión de los recursos humanos, tecnológicos y organizativos situados por ambos países en la frontera común.

La intención es incrementar cualitativamente el nivel y calidad de los servicios prestados por diversas dependencias nacionales en un mismo punto fronterizo y, a la vez, potenciar el intercambio turístico, comercial y económico entre las regiones y provincias colindantes.