Acto por el 50º aniversario de la Escuela Nº 235, en el barrio Provincias Unidas.

(…) Los cerámicos de las paredes y de los pisos nos recuerdan a nosotros, cuando los vemos, que estuvimos igual que ustedes, sentados en esas sillas y en esos bancos. Daríamos todo por volver a esa época, a ese tiempo. Pero no podemos.

Por eso, primero que nada, tenemos que decirles que tienen que disfrutar y aprovechar mucho este tiempo en la escuela. ¿Vieron cuando terminan las vacaciones? ¿Quieren que terminen las vacaciones para volver a la escuela? ¿O no quieren que terminen las vacaciones? A ver, levanten la mano los que dicen que quieren más vacaciones. Ahí está más repartido. ¿Y los que dicen: ‘sí, así podemos reencontrarnos con nuestros amigos, con nuestra seño y con nuestros profesores’? Son casi mayoría.

Porque la escuela es una gran familia. Es el primer paso que damos, en el cual por un ratito en el día nos vamos de la familia y nos encontramos con quienes van a ser nuestros segundos padres. Los maestros son nuestros segundos padres, porque son los que nos van a enseñar los valores para el día de mañana poder tener trabajo y ser felices.

Vieron que tenemos un Papa que es argentino, el Papa Francisco. Él dice que aquí en la escuela nos van a enseñar tres lenguajes: el de las manos, les van a enseñar a poder tener trabajo el día de mañana; el de la cabeza, les van a enseñar a pensar; y el del corazón, les van a enseñar a ser felices.

Quiero, en estos 50 años, cuando estamos a dos días de festejar el Día del Maestro y a tres de un nuevo aniversario de la ciudad de Neuquén capital en que cumplimos 112 años, venir a rendir un homenaje, agradecimiento y reconocimiento a cada portero, maestro, profesor, padre y alumno que vino acá a hacer patria, a hacer la ciudad, de la mano de la educación.

Hubo nobleza. La palabra viene de los metales nobles, que no se tuercen, no se oxidan, ni se doblan. Y en este año en el cual festejamos los 50 años de esta escuela, hubo siempre en estos años chicos y alumnos que, de la mano de cada padre, tuvieron la actitud de venir a aprender. Y también hubo maestros que vinieron aquí a entregar lo más importante: actitud de servicio y de amor para que nuestros hijos puedan crecer y progresar.

Hubo un gran educador, Don Bosco. Yo hice la escuela primeria en el Colegio Don Bosco, que está allá después de la ruta 22. Y él decía que el mejor programa para ser feliz en la vida era la alegría y la educación. Hoy venimos en nombre del gobierno de la provincia del Neuquén a renovar el compromiso de invertir, invertir e invertir en educación: la herramienta para buscar y encontrar igualdad de oportunidades.

Necesitamos la escuela abierta. Necesitamos integrarnos en el patio a la comunidad educativa. Tenemos once escuelas que ya han abierto sus patios para que por fuera del horario escolar también la escuela sea familia y abra sus brazos para que nos encontremos.

Chicos, más tarde o temprano, encontrarán un tropiezo en la vida y habrá que decirle que no. Y habrá que decirle que no con los valores con los que nos han enseñado de amor, respeto, compromiso, responsabilidad y solidaridad nuestros maestros y padres. Cuando se encuentren con la droga y el alcohol, díganle no. La droga y el alcohol no nos llevan ni a la esquina de nuestras casas. Serán el deporte, la familia y el amor; las ganas de progresar y crecer, de transformar socialmente nuestra ciudad, de la mano de estos valores, los que verdadera y auténticamente nos van a hacer felices.

Gracias a toda la comunidad. Gracias por trabajar fuerte para hacer realidad los sueños. Desde aquí, desde este barrio de la ciudad de Neuquén, desde esta escuela que hoy cumple 50 años: Gracias. Porque si bien yo no estuve como los chicos aquí sino en el Don Bosco y después en la Escuela General San Martín donde hice la secundaria o después en esa oportunidad que tuve en la Universidad Nacional del Comahue de estudiar la carrera de Contador Público Nacional; sí aquel 26 de abril, cuando eran las elecciones, a las tres o cuatro de la tarde pasé por aquí. Aquí yo tenía un sueño que todos ustedes me dieron la oportunidad de hacerlo realidad: trabajar desde la Gobernación de la provincia del Neuquén para mejorar cada día un poquito más la calidad de vida de cada neuquino.

Feliz cumpleaños. Sigamos trabajando unidos, en paz y armonía. Gracias por todo el trabajo.